Esta flexibilidad viene expresada de muchas formas: ausencia de plazos de matrícula e inscripción, inexistencia de un itinerario formativo rígido, ritmos flexibles y adaptados al ritmo de aprendizaje de cada alumno, posibilidad de elegir entre cuatro convocatorias para la realización del examen presencial,... Pues a todas estas opciones, en estas fechas se suma la posibilidad de congelar el curso.
¿Qué significa congelar el curso? Pues lo que quiere decir, es que si actualmente estas realizando un curso Mentor, y prefieres tener vacaciones, puedes conservar los días de matrícula que hay en tu cuenta, y guardarlos para septiembre, para retomar el curso en el punto en que lo hayas congelado. Para ello, sólo tienes que ponerte en contacto con el administrador del aula, que realizará dicho trámite, y te informará de los días que te han quedado en el curso.
En el mes de septiembre, puedes decidir en qué fecha retomar el curso, y si no lo haces a lo largo del mes de septiembre, automáticamente se activará de nuevo la matrícula el primer día de octubre.
No es obligatorio congelar el curso, y es más, hay alumnos que aprovechan estas fechas para matricularse, ya que terminan ahora sus estudios oficiales, y durante este tiempo completan algunos aspectos de su formación y mejoran su curriculum. Los tutores trabajan durante todo el mes de julio, por lo que gustosamente os seguirán atendiendo. Únicamente tienen vacación el mes de agosto, periodo en que se congelan automáticamente todas las matrículas.